Instalación: ramas de avellano, castaño, acacia, manzano, ciruela, mimbre, latón, vidrio, hojalata, reloj, pinzas, cinta adhesiva roja de electricista, medidas ambientales generales.
Tres objetos realizados con elementos naturales y artificiales en forma de herramientas [agrícolas].
El título completo del trabajo se refiere a las intenciones de esta intervención. Aperos inútiles como recordatorio para la agricultura sentimental.
A partir de la experiencia de la residencia, Virginia López reflexiona sobre el concepto de "injerto", tras estudiarlo y aprenderlo practicando cada día junto a Constantino y Giuliano, los dos propietarios del castañedo aledaño.
PACA, el proyecto que la artista desarrolla en su tierra, Asturias, es, a su vez, un lugar donde las prácticas agrícolas y las prácticas comunitarias se encuentran gracias a la mediación del arte contemporáneo. Su experiencia, por lo tanto, de hacer agricultura aprendiendo de los ancianos, de las historias y experiencias de aquellos que han trabajado y vivido en contacto con la tierra, la lleva a considerar el valor fundamental y fundacional del intercambio. [Yo: como primer acto de acercamiento a un lugar]
Esta reflexión impregnó el trabajo de todo el proyecto de residencia hasta el punto de encontrar en él la síntesis más apropiada para el título de su exposición final, INNESTI, [INJERTOS de hecho].
En el término sentimental, una vez más, existe el eco de una reflexión común dentro del trabajo de investigación realizado por los artistas en residencia. Sentimental aquí, es poético en el sentido más elevado del término. La irónica inutilidad funcional de las herramientas es el espejo de otra utilidad, una utilidad cultural, de significado. La utilidad narrativa del objeto construido para contener historias y, tal vez, para salvarlas.La conciencia de estar entre aquellos que regresan a la tierra sin ninguna herencia, sin apenas conocimientos del agro, pero aportando pasión y deseo de contacto. Nosotros también somos puro injerto, un equilibrio frágil que se regenera en el encuentro, que aprovecha la diversidad, que renueva la savia de viejas prácticas aún capaces de generar fruto.
"Son herramientas para no sentirse inútiles, nosotros que hemos perdido las raíces pero que volvemos a la tierra", escribe Virginia López sobre su trabajo. Las herramientas son, por definición, extensiones de una necesidad, son objetos fruto de una contratación, a menudo casi improvisada y partiendo de lo que está alrededor, para resolver problemas prácticos, para colmar, sin pretender resolver, nuestro desequilibrio de fuerzas en comparación con la naturaleza. Y con el mismo espíritu creativo que aquellos que observan la naturaleza para a través de la imitación intentar cosechar sus recursos, estos objetos se asemejan a ramas protésicas para recoger cada gota de lluvia, trazar surcos ligeros, volar como mariposas, unirse entre sí.
Silvia Petronici
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¿Cuál es la frontera entre naturaleza y cultura? ¿Y entre lo útil y lo inútil en el campo artístico? ¿Dónde termina el artista y comienza el agricultor en el caso de proyectos específicos [site specific projects]en el campo del paisaje y /o agrícola?
La práctica de Virginia López socava las categorías de pensamiento cartesiano, rompe la dicotomía que coloca al artista en un espacio otro. El pensamiento se convierte en praxis a través del gesto (aprendido y continuo) de la talla en madera. La creación de injertos, con una clara función productiva en el contexto campesino, se convierte aquí en un acto inútil, haciendo igualmente un juego irónico sobre la inutilidad del arte en un sentido genérico. El injerto se convierte en una metáfora para el artista que, después de abandonar el espacio académico y regulado, se instala en el territorio agrícola y se burla de sí misma como un actor "inútil" del paisaje, que no tiene un conocimiento específico. Sin embargo, es justo este elemento extraño el que pone la atención sobre la necesaria relación entre sujetos diferentes, sobre el intercambio como fuente de vida. "La supervivencia pasa por este injertarse" (López, septiembre de 2019).
El trabajo con las ramas de los árboles del Castagneto di Marzabotto lleva a la creación de diferentes herramientas unidas por su aparente inutilidad. Su construcción combina diferentes conocimientos artísticos y agrícolas, prácticos y teóricos. Los elementos que los componen recuerdan el juego y la co-presencia de diferentes actores. Un disco dorado puede ser adecuado para un surco en la tierra o para producir sonido y, por lo tanto, música. El uso diferente de los engranajes del reloj, sugieren un diferente concepto de tiempo natural alejado de la lógica de producción industrial y urbana. Una herramienta de poda con la que la mano humana somete la naturaleza, se convierte en una poda que no corta, sino que es generativa. Son "herramientas (in)útiles para una agricultura sentimental".
Serena Medici