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Vitrina con la "piedra del rayo" y pabellón creado para la instalación audiovisual.Museo Termas Romnas de Campo Valdés.
Interno del pabellón y proyección de "Paisaje concentrado" mientras suena "Una interpretación de lo encontrado"
fotogramas de la proyección "Paisaje concentrado"
Una interpretación de lo encontrado / Paisaje (con)centrado
Instalación
ciclo "Tesoros singulares en los museos arqueológicos de Gijón":
La piedra del rayo y el horreum de Veranes.
18 octubre 2019 - 12 enero 2020
Museo Termas Romanas de Campo Valdés
__Los Museos Arqueológicos de Gijón han puesto en marcha el ciclo “Tesoros singulares”: programa expositivo y divulgativo con piezas de la colección que no pueden ser expuestas o pasan desapercibidas en el discurso general de las exposiciones permanentes.
En el último trimestre del año 2019 se presenta como pieza singular: La piedra del rayo: un hacha pulimentada de origen neolítico perteneciente a la colección de la Villa Romana de Veranes y hallada durante la excavación de horreum de la villa. Fue depositada de forma intencionada en los cimientos del horreum (datado en el último tercio del s.I d.C.) como objeto ritual y protector de las cosechas. Esta práctica ha perdurado a lo largo de los siglos, conociéndose tales hachas, objetos mágicos a los que se les atribuye poderes sobrenaturales, como “piedras del rayo”. Son testimonio material de un universo de creencias y ritos que se prolongan en el tiempo, asociadas al mundo agrario.
La pieza arqueológica se acompaña en esta ocasión de una instalación artística contemporánea con la que los artistas Virginia López, Juanjo Palacios y Mind Revolution recontextualizan La piedra del rayo por medio de la luz y el sonido. Adentrándose en un habitáculo construido expresamente para la ocasión el visitante puede presenciar el diálogo entre la obra sonora "Una interpretación de lo encontrado" y la obra visual "Paisaje (con)centrado".
- Propuesta comisariada por la artista Virginia López, dentro del proyecto: Habitantes Paisajistas 2019
- Instalación: pabellón en madera: Caja sonora, caja estenopeica, caja recolectora, espacio para la escucha y la visión concentrada. Banco, dos ventanucos a través de los cuales se proyecta la pieza vídeo, dos altavoces para la reproducción de la pieza sonora, proyector, reproductores y cableado. Medidas: 210 x122 x 230cm. Habitable: 210 x122x130cm
- Artistas: Virginia López, Juanjo Palacios, Mind Revolution
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(Excerpt from the audiovisual installation. Original work 20' stereo)
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Paisaje (con)centrado.
La pieza forma parte del proyecto que desarrollo desde hace 5 años en el museo arqueológico Villa Romana de Veranes: Habitantes Paisajistas y que en el 2019 lleva por título: “Tierra adentro, cielo arriba y hacia el cielo. Hórreos, paneras y otros palafitos”. Habitantes Paisajistas, trata de relacionar, desde la práctica artística contemporánea y la trans-disciplinaridad, la colección, yacimiento e investigaciones del museo con su entorno: las aldeas de Veranes y Trubia, poniendo cada año el acento en un elemento singular del paisaje. Dado que en esta edición estamos explorando hórreos y paneras en relación al horreum de la villa romana, hemos creado una instalación que re-contextualizara físicamente nuestra querida y mágica piedra del rayo, trayéndola, con toda su carga simbólica, a los hórreos y paneras que hoy perviven, agonizan y caracterizan nuestros paisajes agrarios y periurbanos.
Por mi parte, la pregunta inicial era ¿cómo nos relacionamos hoy con el medio natural?, ¿sigue actualmente lo mágico o lo divino habitando el mundo natural y agrícola? ¿cómo nos relacionamos con lo inabarcable, con lo desconocido? En un mundo donde la técnica y la ciencia parecen colmar muchas de nuestras incógnitas, reduciendo el espacio de lo sobrenatural, donde el ser humano parece perseverar en dominar la naturaleza, ¿queda aún espacio para lo misterioso y lo mágico, para la intuición y el asombro?
Al tiempo que nos hemos dotado de microscopios y telescopios para descifrar y contemplar lo micro y lo macro, la tierra y el cielo, nos hemos ido alejando de la naturaleza, la ciencia ha roto el vínculo emotivo y el universo simbólico que contenía, ninguna voz llega al ser humano desde piedras, plantas o ríos, deshabitados de mitos y espíritus, de sorpresa o irracionalidad (1). Creo, sin embargo, que nuestro mundo interior sigue necesitando un espacio simbólico, mágico o espiritual: en la exploración científica del universo, hemos descubierto que casi todo el universo es invisible: rodeados de billones de galaxias y estrellas, una vastedad inabarcable nos rodea. (2)
He partido de la panera como caja oscura y caja estenopeica, para captar los paisajes que habitan dentro de ella (al proyectarse a través del estenopo* fragmentos imprecisos del paisaje en la oscuridad del espacio interior).Las imágenes de la instalación vídeo quieren mostrar por tanto esa primera mirada, la indefinición de lo mostrado. Están tomadas a través del estenopo practicado en diferentes puntos de la panera de PACA y a partir de la digitalización de negativos empleados en las cyanotipias.
He concebido el pabellón como caja de escucha y caja estenopeica, espacio oscuro de concentración. Los dos huecos a través de los cuales se ven las imágenes vídeo, reproducen en forma y escala los ventanucos de la panera a través de los cuales realicé parte de las tomas y fotografías estenopeicas así como la oscuridad de la "panera estenopeica" original. Gracias a Giovanni Lanterna por ayudarme en su construcción.
virginia lópez. octubre 2019.
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1. Carl G. Jung, “L’uomo e is suoi simboli”. Raffaello Cortina editore. 2004.
2. Dionisio González, “Construir,habitar, exisitimar”. Museo de Bellas Artes de Asturias, 2018. -
still images from pinhole video installation "Paisaje (con)centrado", Virginia López, 2019.
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*EN EL SILENCIO DE LA MIRADA ESTENOPEICA...ESTENOPO: agujero mínimo hecho con la punta de un alfiler que constituye la base de la caja oscura, premonición de la fotografía, conocida ya desde la Antigüedad, que permitía contemplar el nacimiento de la imagen reflejada, aunque invertida, en la pared contraria al estenopo. Cuando se consiguió fijar esa imagen por medio de químicos fotosensibles, la caja oscura se convirtió en caja estenopeica. Y cuando se le añadió una lente, nació la cámara fotográfica.
Estas imágenes de inicios de la fotografía (fotografía estenopeica o cianotipias y demás técnicas empleadas a finales del s. XIX e inicios del XX), son imágenes desenfocadas, se me antojan metáforas de nuestra propia memoria y relación con el territorio, que va perdiendo consistencia, cuerpo o pervive de forma intermitente, desvaída y titubeante. Metáfora de la fragilidad de nuestros pasisajes agrarios. Son siempre resultados en parte imprevistos, materias sensibles e inestables que nacen en la oscuridad o se fijan con la luz del sol. Sus procedimientos técnicos tienen un fuerte componente alquémico, persiste la huella de lo mágico. Siempre que la técnica está en los albores y realiza sus primeras experimentaciones, mantiene viva la intuición, algo de sorpresa, de fulgor, de inesperado.